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¿Tu bebé mayor todavía necesita alimentarse de noche?

Por Nancy Mohrbacher, IBLC, FILCA

¿Te han dicho que tu bebé no necesita alimentarse de noche pasada cierta edad? Esta edad frecuentemente cambia según el consejero. Sin embargo, la ciencia dice que en muchos casos esto simplemente no es cierto.

¿Por qué? Los bebés y las madres son diferentes y estas diferencias afectan la necesidad del bebé de alimentarse por la noche. Algunos bebés realmente necesitan ser amamantados en la noche a los seis meses, a los ocho meses o más allá. Esto en parte es debido a que, si su madre tiene senos con una pequeña “capacidad de almacenamiento” y trata de entrenar a su bebé para dormir, su producción de leche disminuirá, junto con el crecimiento de su bebé. Para descubrir qué significa y si esto aplica para ti, necesitas saber las cosas básicas de cómo se produce la leche.

Grado de llenado de los senos

Dos dinámicas básicas son las mayores influencias de la producción de leche. La primera es “el grado de llenado de los senos” que se refiere al simple concepto: Senos vaciados hacen leche más rápido y senos llenos hacen leche más lento. Cuando tus senos contienen leche suficiente para sentirse llenos, tu leche se disminuirá. Mientras más llenos se ponen, más fuerte es la señal que tu cuerpo recibe de disminuir la producción.

Capacidad de almacenaje de los senos

La segunda dinámica básica se refiere a la característica conocida como capacidad de almacenaje del seno, que varía entre las madres. Esta diferencia física explica por qué algunos patrones pueden variar tanto entre madres y por qué un bebé lactante no necesita ser amamantado de noche y otro sí.

La capacidad de almacenaje del seno es la cantidad de leche que tus senos contienen en tus glándulas que fabrican leche a su punto máximo del día. La capacidad de almacenaje no se relaciona con el tamaño del seno, sino que varía principalmente por cuánto tejido graso tiene tu seno. En otras palabras, madres con senos pequeños pueden tener una gran capacidad de almacenamiento y madres con senos más grandes pueden tener pequeña capacidad.

Ambas madres, de pequeña y gran capacidad, producen suficiente leche para sus bebés. Pero sus bebés se alimentan de manera diferente para conseguir el volumen diario de leche que necesitan. Después del primer mes, una madre con mayor capacidad de almacenamiento puede notar que su bebé:

  • Está satisfecho con un seno la mayoría de las veces que amamanta.
  • Termina de amamantar más rápido que otros bebés (a veces sólo cinco minutos)
  • Gana peso bien con menos cantidad de amamantamientos por día que el promedio de ocho tomas aproximadamente.
  • Duerme por más tiempo que el promedio por la noche.

Si esto describe tu experiencia de lactancia, tu bebé puede ya estar durmiendo por períodos más largos de tiempo por la noche que otros bebés que conoces. Pero si después del primer mes de vida tu bebé a menudo toma ambos senos para alimentarse, se alimenta en promedio más de 15 o 20 minutos en total, típicamente toma leche ocho o más veces al día, y se despierta al menos dos veces en la noche para amamantarse, tu capacidad de almacenamiento es probable que sea pequeña o promedio.

De nuevo, lo que es importante para el crecimiento saludable de tu bebé no es cuánta leche recibe en cada amamantamiento, sino que cuánta leche consume en veinticuatro horas al día. Los bebés alimentados con leche materna de madres de menor y mayor capacidad reciben suficiente leche, pero sus patrones de amamantamiento serán necesariamente diferentes para ganar peso y desarrollarse bien. Por ejemplo, un bebé con una madre con senos que contienen seis onzas o más (180 ml) puede crecer bien con tan poco como cinco amamantamientos por día. Pero para obtener las mismas 30 onzas (900 ml) de leche, si los senos de una madre pueden contener tres onzas (90 ml), un bebé de una madre con menor capacidad necesitará alimentarse diez veces al día. (Esto puede no aplicar de la misma manera a una madre que se extrae leche).

Cómo estas dinámicas afectan el amamantamiento nocturno.

¿Cómo esto aplica a los amamantamientos nocturnos? Una madre con mayor capacidad de almacenamiento tiene espacio en sus glándulas que hacen leche para almacenar cómodamente más leche en la noche antes que se ejerza la cantidad de presión interna necesaria para disminuir su capacidad de producción de leche. Por otro lado, si el bebé de una madre con menor capacidad duerme mucho durante la noche, sus senos se llenan demasiado y su producción de leche disminuye.

En otras palabras, si eres una madre con una capacidad de almacenamiento promedio o pequeña, las tomas nocturnas pueden necesitar continuar por muchos meses para que tu producción de leche se mantenga estable y para que tu bebé se desarrolle bien. Además, debido a que tu bebé tiene acceso a menos leche en cada toma, las tomas nocturnas pueden ser cruciales para que obtenga suficiente leche en total. De nuevo, lo que es importante no es cuánta leche recibe un bebé en cada toma, sino que cuánta leche consume en las veinticuatro horas del día. Si una madre con una capacidad de almacenamiento pequeña usa estrategias de entrenamiento para dormir para forzar a su bebé a dormir más tiempo entre tomas, esto puede disminuir su producción de leche y comprometer que suba de peso.

Cada dupla madre-bebé es única. Los bebés aumentarán la necesidad de tomas nocturnas en diferentes edades, así que una regla simple de oro no considera ni las necesidades emocionales del bebé ni su necesidad física de leche.

Referencias

1. Daly, S. E., Kent, J. C., Owens, R. A., & Hartmann, P. E. (1996). Frequency and degree of milk removal and the short-term control of human milk synthesis,, Experimental Physiology 81(5), 861-875

2. Cregan, M. D., & Hartmann, P. E. (1999). . Computerized breast measurement from conception to weaning: clinical implications. 89-96 Journal of Human Lact 15(2)

3. Kent, J. C., Mitoulas, L. R., Cregan, M. D., Ramsay, D. T., Doherty, D. A., & Hartmann, P. E. (2006). , Volume and frequency of breastfeedings and fat content of breast milk throughout the day pediatrics, 117(3), e387-395

4. Kent, J. C. (2007). How breastfeeding works. Journal of Midwifery & Women’s Health, 52(6), 564-570.

Por Nancy Mohrbacher, IBLC, FILCA

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